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Uniformes - Los Egipcios
Comentarios (5) 30.03.2009. 00:00
En el Imperio Antiguo, el ejército del Antiguo Egipto se denominaba ‘’mesha’’, cuya traducción viene a ser “agrupación de fuerzas”: y efectivamente, eso era, unos grupos que se reunían en caso de necesidad para apoyar a pequeñas unidades permanentes. Este ejército tenía entre sus funciones la protección de fronteras y del comercio marítimo, pero también la realización de todo tipo de trabajos públicos.El empleo de soldado no era muy popular en el Antiguo Egipto, cuyos habitantes eran más campesinos que guerreros. Pero para defender las cosechas del delta de las invasiones asiáticas, o, desde el oeste, de las libias, tuvieron que crear muy pronto un ejército, que se convirtió en permanente. Si los futuros oficiales eran alistados entre la clase media, los soldados de infantería procedían de las clases más desfavorecidas, porque ser soldado del Faraón les resultaba ventajoso.
Los soldados de la infantería fueron llamados literalmente Infantes Cada soldado debía "luchar por su buen nombre" y defender al faraón, otorgándosele si combatía bien un título o condecoración llamado "El Oro del Coraje". Si mostraba cobardía o huía del combate, se lo denigraba, degradaba y, en ciertos casos era ejecutado.
Infante Egipcio
Los mandos estaban formados por miembros de familias de cierta categoría, los únicos que podían acceder a la escuela de oficiales y que conseguían prestigio y fama en la batalla, consiguiendo sus ascensos, y cuando se retiraban eran nombrados asistentes personales de los nobles, administradores del estado o ayos de los hijos del rey, que eran enviados a aprender la carrera militar a los 7 años.
1 y 2. Infanteria Egipcia.
3 y 4. Guerreros Cannanitas.
1 y 2. Infanteria Egipcia en combate.
3 y 4. Guerreros Libaneses.
La tropa tenía la esperanza de conseguir un terreno de 3’25 Ha, sin distinción entre nativos y mercenarios. El soldado recibía, además, rebaños y personal del cuerpo de servicios de la casa real para poder trabajar las tierras recién obtenidas de inmediato. La parcela podían heredarla sus descendientes siempre que entre ellos hubiese un varón apto para enrolarse. Un papiro relativo a impuestos, fechado hacia 1315 a. C. (bajo Seti I), es prueba de ello.
Armamento.
Las armas utilizadas por los soldados de a pie del ejército faraónico son de dos clases: de tiro y de proximidad: la lanzas, jabalinas, mazas, hachas de combate, espada, sable curvo, ( kopesh), los arcos sencillos y el arco de doble curvatura de origen hitita. tenían escudos de madera, cuero curtido o caña trenzada. Nada en absoluto parecido a la cota de malla o al casco; los soldados de la infantería ligera, utilizaban un arco y flechas rudimentarias hechas con una aleación imperfecta de bronce. El arco duró hasta la dinastía XVIII, para ser reemplazados por el arco triangular, más fácil de manejar y de fabricar en serie, y que lanzaba unas largas flechas de gran penetración, capaces de atravesar las armaduras.
Organización.
Ejército Tradicional.
Durante el Primer Periodo Intermedio y a consecuencia de la inestabilidad, los distintos gobernadores crearon ejércitos privados, y comenzó una práctica que se hizo habitual: el empleo de fuerzas mercenarias extranjeras.
1. Trompeta.
2. Musico tambor.
3 a 6. Porta estandartes.
Los Hicsos introdujeron en Egipto nuevas técnicas militares, como el caballo y el carro de guerra, cuyo uso quedó restringido al faraón y los nobles. Más tarde, bajo el Imperio Nuevo, los soldados adoptan un buen número de armas y de equipos originarios de Siria y de los hititas, como el arco triangular, el casco, la cota de mallas. La cota de mallas era una chaqueta de cuero con mangas cortas, guarnecida con chapas de metal.
Faraon Egipcio montado en carro de combate.
Imperio Nuevo.
Tras la derrota de los Hicsos, la Dinastía XVIII comienza una serie campañas militares y conquistas para las cuales el ejército necesitó una elaborada organización. Mantienen la caballería y los carros de los Hicsos, y estos cuerpos de élite quedaban encuadrados en Divisiones de Infantería, que constituían la principal masa de combatientes. Cada una iba mandada por un general y recibía el nombre de un dios; estaban divididas en batallones y estos en compañías formadas por unos 200 hombres, repartidos en secciones de 50.
Las armas de bronce ganan en calidad, el cobre y estaño se mezclan en mejores proporciones. Las armas de hierro empleadas por los hititas, más resistentes, no parecen ser empleadas por los egipcios hasta tiempos muy posteriores. Así, el puñal de hierro descubierto en la tumba de Tutankamón es más un objeto de lujo que un arma de combate.
El ejército egipcio estaba organizado tradicionalmente en grandes cuerpos de ejército organizados a nivel local, que contaban cada uno con unos 5.000 hombres (4.000 infantes y 1.000 aurigas que tripulaban los 500 carros de guerra agregados a cada cuerpo.
Cada cuerpo de ejército recibía como emblema la efigie del dios tutelar de la ciudad donde había sido creado, residía normalmente y le servía de base, y cada uno poseía también sus propias unidades de abastecimiento, servicios para apoyo de combate, logística e inteligencia.
1. Arquero.
2. Arquero.
3. Mensajero montado.
Bajo el reinado de Ramsés II, hay dos tipos de guerreros, los infantes y los carristas, cargos que se heredan de padres a hijos, que suelen ser terratenientes. Ramsés II amplió y reorganizó el ejército, ampliándolo de dos cuerpos a cuatro. Es posible que un tercer cuerpo existiese ya en tiempos de Ramsés I o Seti I, pero no existe duda alguna de que el cuarto fue fundado por Ramsés II.
Las unidades de carros eran agregadas a los cuerpos de ejército, de quienes dependían, en una proporción de 25 carros por cada compañía. Había tres tipos de carros: de combate, y otros más ligeros y veloces: el dedicado a las comunicaciones y otro para exploración. Los carros egipcios tenían el eje en el extremo posterior y su trocha era mucho mayor que el ancho del vehículo, lo que los hacía casi involcables y capaces de girar fácilmente y cambiar de dirección en poco tiempo. Estaban tripulados por dos hombres un seneny (arquero) y el conductor, kedjen, que además debía proteger a aquel con un escudo. Un infante corría tras el vehículo, armado con escudo y una o dos lanzas. Este soldado debía rematar a los heridos, para que no quedaran enemigos vivos a sus espaldas.
1. Conductor con Escudo
2. Arquero
3. Soldado encargado de rematar a los heridos enemigos.
1. Arquero
2. Conductor con Escudo
3. Guerrero Cannanita.
Los mercenarios y también algunos prisioneros de guerra a los que se ofrecía la vida y tierras si luchaban por Egipto mantenían su identidad ordenándose en unidades separadas por nacionalidad y adscritas a uno u otro cuerpo de ejército, o bien como unidades auxiliares, de apoyo o de servicios.
Los nakhtu-aa, conocidos como "Los del fuerte brazo" constituían unidades especiales entrenadas para el combate cuerpo a cuerpo. Estaban muy bien armados, pero sus escudos y armaduras eran rudimentarios.
1. Arquero.
2. Mercenario nakhtu-aa.
3. Arquero Nubio.
Ramsés II, tras la batalla de Qadesh, desconfiando de los mandos existentes, reorganizó el ejército sobre tres bases:
1. Los jefes del ejército pertenecían a la casa real, de hecho durante su reinado fueron sus propios hijos,
2. Una alta oficialidad de origen extranjero. Los mercenarios que ascendían se mantenían leales a la persona del Faraón, obteniendo a cambio un alto rango.
3. Unas tropas de élite en las que los extranjeros también tenían un papel destacado. A los guerreros nubios, asiáticos y libios de épocas anteriores, se habían añadido los shardana, soldados que eran leales a la persona del jefe, y que según los relieves participaron en numerosas operaciones bélicas. La presencia de estos mercenarios en Egipto está documentada hasta principios del Tercer Período Intermedio.
El ejército bajo la Dinastía Macedónica de Egipto.
El ejército ptolemáico se organizó según el modelo creado por Alejandro Magno. Así, existe una distinción neta entre los jinetes y los soldados de infantería, organizados en falanges de mil hombres. Como las otras monarquías helenísticas, tuvo también un cuerpo de elefantes de guerra.
Los ejércitos fueron aumentando paulatinamente el número de mercenarios, profesionales de la guerra cuya principal aspiración era mejorar su propia suerte. Sin ningún espíritu patriótico, eran elementos inseguros. Los lagidas no hicieron nada para hacer frente a este problema hasta que Ptolomeo IV decidió realizar un reclutamiento nativo, buscando constituir un meollo de soldados fieles como base de su defensa militar. Los primeros Ptolomeos habían intentado establecer a los mercenarios en Egipto, dándoles así una motivación nacionalista. Para ello, se distribuía entre estos mercenarios extranjeros parcelas de tierra a cambio de su participación militar en caso de conflicto. Los lotes eran proporcionales al grado militar de sus beneficiarios; cuando el sistema fue ampliado a los nativos incorporados en el ejército, éstos tuvieron que contentarse con parcelas más pequeñas que los griegos. Este sistema puso a los soldados griegos en contacto con los nativos, y ayudó a la transmisión de nuevas técnicas agrícolas.
El Culto a los muertos.
Para los egipcios la muerte era el inicio de una nueva forma de vida.
La religión egipcia decía que los seres humanos estaban formados por un cuerpo y un alma (el ka). Cuando el cuerpo moría, el ka pasaba a la vida de ultratumba, pero para que esto fuese posible, el cuerpo debía permanecer incorrupto y con este fin la familia lo embalsamaba. El difunto, guiado por Anubis, se presentaba ante el Tribunal de Osiris, que debía juzgar su vida terrenal. Para ayudarlo a superar el juicio, se colocaba en su tumba un ejemplar del Libro de los Muertos, recopilación de reglas sobre como debían comportarse ante el Tribunal de los Muertos.
Si superaba el juicio, podría entrar en el más allá, donde volvía a sus actividades cotidianas. En los tiempos más antiguos, tan sólo los faraones y los altos personajes eran considerados importantes. Las primeras tumbas fueron unas sencillas construcciones rectangulares y de escasa altitud llamadas mastabas. De la superposición de mastabas nacieron las pirámides. A lo largo del Imperio Medio, la creencia en la inmortalidad del alma se extendió a todas las capas sociales. La practica de la momificación fue más corriente. El miedo a saqueos y robos en las tumbas, hizo que en el imperio nuevo, los faraones prefirieran enterrarse en hipogeos, grandes cámaras funerarias, lujosamente decoradas y enterradas bajo tierra.
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