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Uniformes - Las Legiones Romanas - II

29.11.2008. 15:07

La Legión, fue la unidad principal del ejército romano y una de las claves más importantes, en el proceso de expansión de su Imperio. No obstante, hay quien opina que la verdadera clave del dominio romano, no estuvo basado en la fuerza de sus legiones, sino en una manera de ser de un pueblo que desde el principio de su fundación , se vió obligado a combatir constantemente.



La mayor perfección alcanzada por las Legiones, fue al final de la República y el motivo hay que buscarlo en la continua y permanente búsqueda del pueblo romano por alcanzar, las mayores cotas de perfección, obeservando, copiando y modificando, todo aquello que encontraban, en los pueblos conquistados, que mejoraran sus institucuones.

No se encuentran datos fiables de la organización del ejército en épocas de la Monarquia hasta las Guerras Púnicas y parece ser que Servio Tulio, pone las bases para la organización del mismo. Desde este tiempo hasta las grandes reformas de Camilo, la Legión romana estaba formada por una sola clase de soldados llamados " príncipes " con armamento y ordenación al estilo de las Falanges, constituyendo masas sin fracciones en frente y profundidad. Además de esta organización existían una tropas ligeras, análogas a las que posteriormente se llamarían " velites " y que peleaban con lanzas, hondas o dardos en el frente y alas de la Legión, mientras que ésta, se componía de soldados llamados " príncipes ", armados con lanzas y espadas con un número de combatientes próximo a 20.000. También se conoce de la existencia de caballería organizada en 18 " centurias " y con un total de 1.800 jinetes.


Poco evolucionan las Legiones hasta el sitio de Veyos y bajo la influencia del Cónsul Camilo y para el sostenimiento de las luchas contra las tribus celtas, se produce un gran transformación, tanto en armamento, organización y formas de combatir, abandonándo la lucha en única masa, al tipo de falange macedónica, por la de una organización a base de muchas secciones que daban a la formación una mayor movilidad. Frente al ataque frontal por la fuerza, de una sola masa como realizaba la falange, la legión opone un sistema en el que las diferentes partes, luchan perfectamente coordinadas y dirigidas, y en el que se establecen una serie de reservas, con soldados de gran valor y experiencia, para ser utilizadas en los momentos decisivos de la acción.

Así llegamos a la verdadera Legión romana, la constituia por " Centurias " agrupadas de dos en dos en lo que constituyó la verdadera unidad elemental táctica del combate , el " Manípulo ". y cuya número, al igual que el de las "centurias" era siempre el mismo en cada tipo de Legión, ( 30 manípulos y 60 centurias ).

Por tanto en una Legión tipo nos encontraremos con un total de 4.200 hombres, distribuidos en 60 "centurias", que a su vez se agrupaban en 30 "manípulos" (nota: el nombre de centuria no debe ser equiparado a 100 hombres.).


Estos 30 "manípulos" sumaban un total de 3.000 soldados denominados " hastarios, príncipes o triarios ", siendo la composición de cada "manípulo" diferente según el tipo de soldado. A estos 3.000 hombres hay añadir los 1.200 velites no agrupados en "manípulos" independientes, sino incorporados a los de la Legión en un número de 20 por "centuria"..

El grueso de la legión formaba en tres filas de 10 manípulos cada una de forma que la primera fila estaba formada por los llamados hastarios, soldado jóvenes, con armadura completa y armados con el famoso pilum , lanza arrojadiza de 11 libras, y espada corta de dos filos. Los manípulos de hastarios tenian un frente de 12 hombres por 10 de fondo.

La segunda fila de la legión, también estaba formada por 10 manípulos, en esta caso de los denominados príncipes , soldados más experimentados y entrados en edad, con una distribución igual que la primera fila, y destinados a relevar a las hastarios en caso de necesidad.

Detrás de los príncipes y constituyendo la tercera fila, formaban los triarios, en número de 600 y distribuidos en 10 manípulos de 6 triarios de frente por 10 de fondo, siendo éstos los soldados más aguerridos de la legión, aramados con corazas y largas lanzas.

La Caballería de la legión estaba constituida por 10 turnas que a su vez se dividían en 3 decurias con lo que constituía un cuerpo de 300 jinetes, formados normalmente en las alas.

En cuanto al mando de la legión, le era encomendado a los tribunos que en número de 6 se turnaban en el mando de la misma, entre 2 y 6 meses, siendo por lo general nombrados desde Roma. Cuando era necesario reunir 4 legiones el mando era desempeñado por un cónsul . Después de los tribunos, nos encontramos en el orden jerárquico a los centuriones en número de dos por manípulo, de forma que el situado a la deracha tenía preferencia sobre el de la izquierda. También había diferencia entre los centuriones de distintas filas, siendo preferentes los de los triarios, sobre los de los príncipes y éstos sobre los de los hastarios.


De esta forma se puede decir que el centurion de mayor importancia era el que formaba a la derecha, del manípulo de la derecha, de la fila de triarios. A este centurión, se le conocía como principilo y parece ser que era el verdadero motor de la Legión.

Cada centurión a su vez tenía un mando subalterno, el aeptión que formaba al final de la centuria, en la que podemos encontrar a los denominados decuriones .

Una de las características de las legiones es que, si bien el número de hastarios y príncipes podía variar, el de triarios nunca pasaba de 600, quizás como muestra de reconocimiento al valor de los mismos y como objetivo a conseguir por el resto de los componentes de la legión.

En el tiempo de Mario, siglo 2 a.C., las legiones sufren grandes trasformaciones agrupando los 30 manípulos en 10 cohortes y haciendo desaparecer la separacion entre triarios, príncipes y hastarios. La formación tipo es en 2 filas de 5 cohortes cada una y la profundidad de la fila era de 10 hombres, distribuidos de forma que las 4 primeras eran de hastarios, las 4 siguientes de príncipes y las 2 últimas de triarios.

En los aspectos tácticos la cohorte mejoraba al manípulo sobre todo en consistencia, al reducir los intervalos entre elementos y al estar compuesta de mayor número de hombres, unos 400 frente a los 120 del manípulo, pero estaba en desventaja en lo referente a la facilidad de mando y en la movilidad. No obstante cada una tuvo sus grandes éxitos en los tiempos en que tuvieron vigencia.

Cesar reorganiza las legiones formando de nuevo una tercera línea y distribuyendo las cohortes en cuatro en primera línea, tres en la segunda y tres en la tercera y convirtiendo la cohorte en la verdadera unidad táctica de combate y dando el mando de la misma a los < legados . Augusto vuelve a eliminar la tercera línea y forma con 5 cohortes en primera linea y otras cinco en segunda y en ambas, caso solo con 8 hombres de profundidad.

La última reorganización importante se da en tiempos de Adriano y se basa en una legión mandada por un legado, asistido de seis tribunos y con unos 6.000 hombres. La nueva legión, desplegaba en 2 líneas de 10 cohortes y con 6 centurias por cada cohorte y siendo la primera cohorte , llamada pretoriana del doble de efectivos que las demás. 
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