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Hoplita Lacedemonio
Comentarios (3) 24.02.2008. 00:00
Figura de la Casa Soldiers SGF a escala 54 mm. La Viñeta representa a la figura de un Hoplita Lacedemonio durante la Batalla de Maraton. La figura esta finamente esculpida, para poder sacar un gran partido con una buena técnica de pintura.En el año 490 a.C. se produce la expedición persa hacia la Helade y en pocos días lograron tomar Eritrea y de ahí pasaron a fondear en la bahía de Maratón y desembarcar su ejército, para atacar Atenas, que se encontraba a unos 42 km. de este lugar.
La elección de este lugar de desembarco está sin duda ligada a la información privilegiada que proporcionaba a los persas el antiguo tirano de Atenas, llamado Hipias, que confíaba en recuperar su poder y que contaba con partidarios suyos dentro de la población de Atenas, por lo que existía el peligro de una revuelta interna si la ciudad se veía desprotegida o hubiera indicios de victoria de los persas, ya que alguno de estos traidores no dudaría en rendir la ciudad a los persas sin condiciones.
La flota persa de unas 200 naves, y unos 30.000 hombres mandados por Datis, es muy superior al ejercito ateniense, que sumaba unas 10.000 unidades, a las que se les unirán en la llanura de Maratón unos 1000 platenses. Los atenienses haciendo caso a su general Milciades, que en su juventud había servido en el ejercito persa, por tanto era conocedor de sus estrategias, planteó no esperar a que los persas llegasen a Atenas sino que fue a su encuentro a la llanura de Maratón, dónde toman posición en altura para tener ventaja por si ataca el enemigo y esperan que los persas muevan pieza, ya que a ellos les interesa hacer tiempo en espera de que llegase la ayuda solicitada a los Lacedemonios.
Los Lacedemonios (mal llamados espartanos por algunos, ya que Esparta como polis no existe) estaban conmemorando una fiesta religiosa que les impedía tomar las armas hasta el plenilunio, por lo que cuando llegó el mensajero Ateniense, llamado Filipides que recorrió los 240 km., que separan Atenas del territorio Lacedemonio, la respuesta fue que acudirían en ayuda de Atenas cuando se lo permitiesen sus costumbres, es decir que faltaba casi una semana para poder coger las armas.
Los hoplitas atenienses eran hombres libres, que luchaban por su libertad y aportaban de forma personal su armamento. Mientras que el ejército persa en una gran parte eran mercenarios.